estereotipos
Estereotipo es la percepción exagerada y con pocos detalles que se tiene sobre una persona o grupo de personas que comparten ciertas características, cualidades y habilidades, y que buscan «justificar o racionalizar una cierta conducta en relación a determinada categoría social.
ESTEREOTIPOS MASCULINOS Y FEMENINOS.
Se llamaría
estereotipo al conjunto de ideas que una sociedad obtiene a partir de
las normas o patrones culturales establecidos. Por lo que la acción de
estereotipar fijaría de forma permanente e identificaría lo
estereotipado como seguimiento del modelo preestablecido.
Los estereotipos
sociales son generalizaciones sobre personas o instituciones que se
derivan de su pertenencia en determinados grupos o categorías sociales.
En los medios de comunicación es más frecuente la aparición de hombres
pero esto no quiere decir que les afecte positivamente, sino que se
construyen patrones divisionistas que no permiten el descubrimiento de
las cualidades y valores del ser humano sin distinción de sexo.
Aunque
los estereotipos nos parezcan algo grande, algo en lo que los medios de
comunicación tienen un alto grado de responsabilidad, en realidad no es
tan así ya que un estereotipo puede ser una idea colectiva que se tenga
respecto de cualquier cosa, como podría ser una característica,
entonces, por ejemplo, si un grupo de 10 o incluso menos personas que
piensen de la misma forma acerca de cómo se debe combinar los colores
para vestirse, han creado un estereotipo, pero específico de ese grupo
de personas; entonces un estereotipo, en rigor, no siempre es algo
masivo, pero son los otros, los que sí tienen que ver con los medios de
comunicación, los que afectan la psiquis de las personas y que pueden
alterar, como consecuencia, el curso de la sociedad.
Si
tratamos de definir la palabra “estereotipo” como lo haría un
diccionario obtendríamos una definición más o menos así: “Conjunto de
ideas que un grupo o una sociedad obtiene a partir de las normas o
patrones culturales previamente establecidos”. Esto demuestra que en el
fondo los estereotipos son el producto de la atribución de una
determinada característica a objetos (o grupos de personas), que tiene
su origen en una generalización indebida o demasiado aproximativa y
arbitraria de la realidad, y que, por lo tanto, tiende a prescindir de
cualquier conclusión lógica o de una comprobación experimental.
Aunque
se reconozca a los estereotipos una cierta utilidad en la comunicación
humana es evidente que tienden a transformar datos imprecisos en
descripciones rígidas, las que se adoptan como parte de lo típico. Los
estereotipos también tienden a identificarse con los prejuicios sociales
que nacen de una falsa generalización de algún hecho en particular, y
que derivan, más que de una conclusión intelectual, de una profunda
participación afectiva que rechaza las indicaciones que señala la
experiencia (prejuicios).
En
la actualidad existen muchos estereotipos que pueden deberse a
diferentes características como clase social, edad, religión, etnia,
sexo, y la lista podría llenar esta página y los medios de comunicación
son uno de los principales culpables ya que a través de muchas
estrategias comerciales logran establecer modelos de conducta o
apariencia que la mayoría de las personas tratará de adquirir. La
comunicación presenta estereotipos de casi todos los “tipos” de persona
(hombre, mujer, niño, anciano, político, dueña de casa, homosexual y un
largo etcétera).
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